Una Tracey que inició desde muy niña
Hoy conoceremos la historia en la que Tracey Gold Cuando tenía 11 años restringía su comida para retrasar su crecimiento y así poder contar con papeles infantiles.decidió vencer su enfermedad. La actriz debutó desde muy pequeña en un anuncio publicitario, en los sucesivos años ya había participado en diversas series.
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Tomada como broma
Para 1985 cuando Tracey Gold tenía 16 años, sustituyó a Elizabeth Ward en “Los problemas crecen”, en ese tiempo ganaba peso. Por tal motivo, fue incluida en las temporadas dos y tres, esos cambios de peso fueron aprovechados por los guionistas. En un episodio con el personaje de su padre Jason, él le ofrecía comida, para luego quitársela y reírse de su peso. Luego, la actriz suplicó a los productores que por favor eliminaran esa escena. Por supuesto no la eliminaron, sino que al contrario agregaron humor y lo convirtieron en una broma para una telecomedia.
Tracey Gold, herida de sentimientos
Ya con 19 años, la actriz pesaba 61 kilos con 1,60 mts de estatura; ella recuerda con tristeza aquellos chistes, al respecto expresó:
[su_quote]Aquellos chistes herían mis sentimientos… porque si te ríes del cuerpo de Carol Seaver, te estás riendo del cuerpo de Tracey.[/su_quote]
Ya preocupada por su peso decidió recurrir a un endocrino para controlar su consumo de 500 calorías por día. Cuando inició la cuarta temporada ya había perdido 10 kilos, y los chistes de gorda continuaban. De hecho, esto le originó una obsesión y empezó a ingerir grandes cantidades de comida.
En la quinta temporada de “Los problemas crecen”, asistía a un grupo de terapia de anoréxicos que pudo aprovechar para perder peso. Para la sexta temporada se inducía el vómito y cuando rodaba la séptima y la última fue ingresada al hospital. De hecho, los productores que fomentaban los chistes se daban cuenta de su aspecto cadavérico; esto provocaba que bajara la audiencia.
Su aspecto llamaba la atención
Con tan extrema delgadez las revistas ya empezaban a publicar sobre ella; de hecho, fue la primera celebridad en reconocer que sufría de anorexia. En una autobiografía publicada “Room To Grow: An Appetite For Life” ella confesaba que no dormía, ni lograba concentrarse. De hecho, llegó a los 42 kilos, pero luego de volver de unas vacaciones de Hawai bajó nuevamente de peso. En ese momento, sintió que estaba muriendo y no se preocupó en luchar. Sin embargo, también fue un impulso para tratar de recuperarse. En tal sentido, ella confesó:
[su_quote]Creo sinceramente que me cansé de estar enferma…quería casarme, tener una carrera y actuar, pero mi enfermedad se interponía en ello.[/su_quote]
Su recuperación
Hoy Tracey ha cumplido sus sueños, ya tiene cuatro hijos con su marido Roby Marshall y ha alternado su carrera dictando conferencias sobre la anorexia. Además ha sido imagen de la cadena Krispy Kreme. Finalmente dice:
[su_quote]Cuando veo una serie, la actriz luce un aspecto en la primera temporada y en la segunda ha perdido cinco kilos. Es un ciclo…y creo que es un problema constante no solo en Hollywood sino en la sociedad.[/su_quote]
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