Zoë Kravitz, en su intento por acercarse a clientes juveniles y apartarse un poco de lo elitesco, ha iniciado una nueva campaña.
La hija de Lenny Kravitz y Lisa Bonet trata de que la firma de cosmético se aleje un poco de su estilo elitista.
Su apellido Kravitz, tan famoso, ayuda a abrirse en el mundo del espectáculo, sin importar cual sea la faceta. Hay que tomar en cuenta que el hecho de poder entrar al medio no quiere decir que llegará al estrellato. Es necesario demostrar que su valor es grande para mantenerse en el mercado y ganarse así el reconocimiento del público.
Es así como Zoë Kravitz lo ha hecho. Así lo ha confesado ella misma, quien dice que al principio su camino a lo alto era de rosas. Después de tantos años aún no es distinto. Como se pudo evidenciar en las últimas imágenes de Yves Saint Laurent Beaty. Talento sobra para ser una marca reconocida en el “star system” internacional.
Zoë Kravitz, polifacética mujer
Zoë es una mujer que además de ser modelo, también es cantante y actriz. Con su nueva faceta de maniquí e imagen publicitaria. Ahora es la nueva musa de la compañía de cosmético YSL Beauty. Al respecto expresó como embajadora de la firma:
“YSL Beauty siempre ha sido una de mis marcas favoritas. Su capacidad de combinar los estilos más chic con verdadera astucia siempre ha sido para mí una de las mejores maneras de expresarse a través de la moda y la belleza”.
La idea de la firma es alejarse un poco de su imagen elitista; acercarse mucho más a un público más joven. Todo ello con la intención de ampliar su target y de esta manera obtener más ganancias. En este contexto, la firma ha dejado atrás modelos con facciones perfectas para confiar en Zoë, con la certeza de que fue una apuesta segura.
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