Conocemos las múltiples y provechosas razones para bañarnos con agua de mar. Esta agua forma parte de grandiosos tratamientos naturales. Esto es debido a los resultados saludables sobre el sistema vascular y cardiorrespiratorio.

Múltiples acciones del agua de mar:

El agua salada del mar posee un excelso contenido en oligoelementos. Como el sodio, yodo, zinc, potasio, flúor, azufre, calcio, que invisten efectos curativos.

Como el agua está siempre en movimiento. Se enriquece con sustancias procedentes de zonas geográficas distintas, así como de diversos minerales. Todos estos elementos son absorbidos por la piel al entrar en contacto con el agua.

Actúa como antibiótico. Debido a la riqueza mineral que contiene, combate las bacterias que afectan a la piel, provocando eccemas, alergias, descamaciones.

Su contenido en sal, cloruro de potasio y yodo. Proceden como un antiséptico natural. Con resultados favorables en pequeñas heridas, fricciones o arañazos que se originan en las capas superficiales de la piel.

El picor que se siente cuando se entra en contacto con el agua de mar en alguna herida, es debido a esto.

La sal que contiene el agua de mar opera como un exfoliante sobre nuestra piel. Acabando con las impurezas y toxinas depositadas en su superficie. Así mismos incitan la circulación sanguínea.

Al combinar la acción del agua de mar sobre la piel con los elementos particulares del barro marino, se aumentarán los beneficios de este tratamiento. Ya que ayudará a eliminar las células muertas que se almacenan en el cuerpo.

El agua de mar además posee un resultado relajante en el organismo. El esfuerzo por mantener el flote del cuerpo por el movimiento y oleaje natural del mar beneficia el buen estado de las articulaciones y músculos.

Sin embargo, a pesar de todos estos múltiples beneficios, hay que tener algunas prevenciones al ir al mar.  Hay que darse un tiempo para que el cuerpo se aclimate, y progresivamente ir sumergiendo el cuerpo.