Markel no vivirá lo que paso la abuela de Harry
Es mucho lo que se ha hablando sobre si el nacimiento del bebé de Meghan Markle será como la tradición. Dicen que no se parecerá en casi nada del resto de royals. Pero si prestamos atención a la historia, encontraremos más cosas en común de lo que pensamos. Según Markel no vivirá lo mismo que paso la abuela de Harry. En 1948 el nacimiento de príncipe Carlos en el Palacio de Buckingham fue el final de una larga tradición.
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En aquel momento el Muy Honorable ministro del interior, James Chuter Ede cumplia como testigo de la tradición. Cada vez que nacía un bebé royal por lo menos un miembro del gobierno tenía que ser testigo del parto. Desde aquel entonces Isabel decidió que no habría más ministros en un acto familiar.
Con el ministro de Interior presente obligaba al político de turno a desplazarse donde se produjese el parto. Por ejemplo en el caso de la princesa Margarita. Ella nació en el Castillo de Glamis, en Escocia, a más de 700 kilómetros por tierra de Westminter. Hasta allí tuvo que viajar a toda prisa el ministro de turno.
El nacimiento del bebé. Se hacía en palacios y castillos
El tener que parir en palacios y castillos es algo que también desapareció con el tiempo. Ahora es el Saint Mary’s Hospital de Paddington el lugar donde los royals respiran por primera vez el Reino Unido.
Lo que quiere hacer Meghan Markle al querer dar a luz en su casa con su propio equipo médico y con Harry cerca, no es un gesto de rebeldía. Cualquier decisión de Markle, Frogmore o Paddington, hospital o residencia, con o sin Harry, la duquesa de Sussex no romperá ninguna tradición. Su familia política ya se ha encargado de que no quede ninguna de pie. A la hora de parir lo podrá hacer como le dé la real gana.
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