Sharon Stone. Practica la meditación, emplea una dieta sin comida procesada y temer al bisturí. La actriz celebra este sábado su cumpleaños número sesenta, y dice encontrarse en un excelente momento físico.
Se catapulto a la fama en el noventa y dos, con el cruce de piernas más sexy de la historia del cine. La actriz ha figurado como un modelo de cómo se puede perfeccionar con el paso del tiempo, sin pasar por quirófano.
Se confiesa budista, así que asegura que la esencia de su serenidad y belleza es compartir con personas que le proporcionan felicidad. Además de seguir una dieta sin comida procesada, café, bebidas gaseosas o alcohol. No obstante, con carne, chocolate negro y azúcar en el té.
Su piel no solo se alimenta de meditación. Las populares inyecciones de vitaminas nutrieron su rostro, en los inicios de su carrera. Tal cual lo hicieron Camilla Parker Bowles o Catherine Deneuve.
Stone comenzó a aplicarse rellenos de hialurónico para proporcionar definición a su piel. Me ayudaron a recuperarme a nivel físico, pero también a nivel psicológico. Ya que me restituyeron mi aspecto de siempre.
La mejor versión de Sharon Stone
La actriz aspiró originar una mayor aprobación de los procedimientos estéticos. Siempre sin bisturí. Divulgó su felicidad por las consecuencias tan naturales que proporcionaba. Se trata de no parecer a otra persona, sino simplemente ser la mejor versión de mí misma.
Asimismo, asumió que la menopausia había adelgazado su piel y le había provocado flacidez. Que se había realizado un procedimiento de Restylane en cuatro puntos para levantar: las cejas, los pómulos, la mandíbula y el cuello.
Para finalizar, siempre que viaja a París coloca su cabellera en manos de David Mallett, uno de los mejores estilistas del mundo. Que atiende además en su distintivo salón de la Rue Notre Dame des Victoires a Kate Winslet, Natalie Portman, Marion Cotillard o Diane Kruger. Con sus fórmulas libres de añadidos y conservantes.
Naturalidad, y naturaleza, son las claves de su eterna juventud. Asegura la actriz.
