El cuidado de tus pies durante los meses fríos.

El cuidado de tus pies
El cuidado de tus pies

El cuidado de tus pies durante los meses fríos. El invierno implica vientos fríos, lluvia, nieve, y la piel es sensible al frío. Esta tiende a secarse e irritarse. Es posible mantenerla suave y sana de manera natural. 

Cuando mas frío hace mas caliente son las duchas que deseamos tomar, y esto enfatiza la piel seca y escamada. La piel en estas condiciones luce envejecida, y esta propensa a irritarse y desprotegida ante las infecciones. Y si fuese poca muchas de esas afecciones empeoran con el frío.

El cuidado de tus pies durante los meses fríos:

Hidrataciòn.

La hidrataciòn es fundamental durante el invierno para mantener la piel en general sana y radiante. Tenemos el aceite de coco que es amable para todo tipo de pieles. Es suave, muy hidratante y antibacteriano. Aunque en frío se mantiene en estado sólido, al contacto con la piel se funde y proporciona una suave capa de hidratación y protección que se absorbe rápidamente.

Cuida el calzado que usas.

La mayoría del tiempo por no decir que todo, durante el invierno los pies permanecen cubiertos. Asi que debemos ser cuidadosos al escoger el calzado en esta temporada. deben adaptarse a la forma del pie, en largo y ancho, cómodo para tus dedos y tobillo. El material del calzado es recomendable sea de fibras naturales que disminuyen rozaduras y permiten que el pie respire.

Temperatura adecuada.

Se debe mantener la temperatura balanceada en los pies y no exponerlo a cambios bruscos. Evitar fuentes de calor directas como estufas o bolsas de agua caliente que generan un cambio abrupto. Y mejor optar por mantas o medias gruesas que permiten regular naturalmente la temperatura.

Limpiar y exfoliar.

Exfoliar el talón una vez por semana, a manera de eliminar las células muertas acumuladas y devolver y mantener la suavidad. Continua tu rutina de limpieza y cuidados hacia tus pies a pesar del frío.

Masajear.

Los pies cargan con el peso del cuerpo casi todo el día, así que es justo consentirlos. Sumergirlos en agua tibia con sal gruesa, para calmar los dolores. Luego masajea haciendo círculos con tus pulgares, esto relaja los músculos.