Sara Montiel, sus grandes pasiones “La comida y los hombres”

Sara Montiel
Sara Montiel

Marianela Andino dijo que su gran amiga Sara Montiel tuvo dos grandes pasiones: “La comida y los hombres”. Fue su amiga íntima desde que se conocieron en Miami en 1968 hasta su muerte el 8 de abril. Han pasado cinco años desde su partida. De hecho, Andino era fan de Sara pero se convirtieron en amigas confidentes. Al respecto dice:

[su_quote]Pasábamos mucho tiempo solas y me contó todos sus secretos… Hay uno…que ella me pidió que contara después de su muerte y con el que aún no he decidido qué hacer. Tiene que ver con Sara y un señor, español, ya fallecido. Si lo oyeras, no lo creerías[/su_quote]

En la comodidad de su casa en Miami, en la habitación de los recuerdos de Antonia como suelen llamarla. En efecto, entre esos recuerdos, se encuentra con uno de ellos, sonriendo con James Dean, compartiendo un puro con Marlon Brandon. Pero es la foto donde está Giancarlo Viola donde se detiene y dice:

[su_quote]Me decía que nunca había visto una cabeza tan bella, que acariciarle la cabeza a Gianca era algo formidable[/su_quote]

Agrega:

[su_quote]Era una mujer ardiente, una mujer sexual a la que le gustaban mucho los hombres y que podía estar con el que quisiera…Pero el que más la quiso y más la cuidó fue Pepe Tous[/su_quote]

Con Pepe estuvo casada hasta 1992 cuando falleció producto de un cáncer de colon. Según Andino su muerte desmoronó a Sara a tal punto que se fue a vivir con ella por un año, la vio días en llanto. Por otro lado, recuerda la poca tolerancia a la soledad que tenía Sara. En este sentido Andino recordó:

[su_quote]No quería dormir sola, ni viajar sola ni tan siquiera comer sola…Un día en Nueva York se partió una muela comiendo pollo y cuando el dentista se la iba a arreglar dijo: ‘Ven, Nelita, dame la mano[/su_quote]

Sara Montiel, mujer de orgullo

Sara Montiel
Sara Montiel

Andino recuerda a su buena amiga Montiel como una mujer de raíces humilde y orgullosa. Andino expresó:

[su_pullquote align=”right”]Me preguntaba si yo la consideraba una mujer de pueblo. Yo le decía que sí y ella me lo volvía a repetir: ‘¿Verdad que yo soy una mujer de pueblo?[/su_pullquote]