Estar conversando sobre una persona tan grande en logros como Emma Watson es referirnos a alguien que lleva sangre combinada entre la francesa y la británica. Tiene un estilo francés al más puro estilo de Jean Seberg ligada a un estilo propio de la escuela inglesa, en donde esbozan un trago especial para el éxito. La joven actriz nació en Paris, en donde estuvo viviendo hasta sus 5 años de edad. La separación de los padres (los dos abogados) razón suficiente para que se mudara con su mamá y su pequeño hermano a Oxford en Inglaterra.
Siendo una niña, Emma siempre mostró su anhelo de dedicarse a la actuación, de manera que a sus 9 años de edad comenzó a participar en varias obras de teatro como “Arthut: The Young Years”. Sin ningún tipo de experiencia frente a las cámaras, Watson se presentó al casting para una película titulada “Harry Potter y la piedra filosofal”. La joven intérprete en ese entonces no había cumplido los 10 años.
Fueron un total de ocho films en donde hizo el papel de Hermione Granger y el paso de la infancia a su mayoría de edad. Eso comprendió la saga de Harry Potter para una chica la cual, lejos de meterse, dio los pasos iniciales para embutirse a una carrera de fantasía. “The Bild Ring”, “Regresión”, “Las ventajas de ser un marginado”, “Noé”, “Mi semana con Marilyn”. Hasta llegar a su adaptación más reciente en lo que sería “La Bella y la Bestia”. Ya teniendo 26 años, la ex alumna de Hogwarts se consolidó como una de las mujeres más hermosas y sensuales del planeta. Por lo que no hacen falta muchas razones para brindarle todo el cariño que se merece a Emma Watson.
No queda más que desearle una larga vida a nuestra Emma Watson y que continué haciendo películas para poder regocijarnos con el trabajo que ella hace. Larga vida a Hermione Granger.
