La arcilla no solo se emplea como material para realizar manualidades y obras artísticas, sino también como truco de belleza. Exactamente se utiliza para poder conseguir que la piel luzca lo más radiante posible.
Vivimos en ciudades con una contaminación atmosférica enorme. Todas esas partículas se depositan en nosotros y también las inhalamos habitualmente. Si a todo eso le ensamblamos los excesos de estas fiestas, obtenemos fácilmente a la conclusión de que necesitamos tomar medidas inmediatamente. Tenemos que limpiar y depurar nuestro organismo.
La arcilla nos puede ayudar en esta depuración. La podemos usar siguiendo algunos consejos prácticos, de cómo utilizarla y disfrutar de sus propiedades. Recopilación de tratamientos.
Tratamiento rejuvenecedor
La blanca, ya que es la que mayor capacidad tiene para dilatar la piel y facilitar un efecto tensor inmediato. Se puede emplear de muchas maneras, en forma de mascarilla casera, de cataplasma.
Tratamiento antiacné
La verde. Al igual que en el caso anterior, la puedes utilizar de diversas maneras. No obstante, conviene que la combines con otros ingredientes cuyas cualidades potencien el tratamiento.
Tratamiento dermatitis
La arcilla es uno de los elementos que mejor funciona en caso de dermatitis o afecciones de la piel. Fabricar mascarillas a base de arcilla reduce considerablemente el dolor y la inflamación.
Tratamiento anticelulítico, varices y mala circulación
La blanca ayuda a eliminar impurezas y productos de deshecho, además de estimular la circulación y el sistema linfático. Para estos tratamientos, también es la más aconsejada.
Para saber combinarla con otros ingredientes naturales que refuercen su efecto.
Crema para dolores musculares y articulaciones
Para lesiones agudas y traumatismos, para reducir la inflamación, te recomendamos que uses la arcilla blanca. Para las lesiones crónicas te recomendamos hacer emplastos con arcilla roja y aceites vegetales.
El baño de arcilla mejora la mala circulación periférica. Permite la relajación en casos de insomnio o durante etapas de fatiga muscular. Añadir al agua de baño una a dos cucharaditas, previamente disuelta en un vaso de agua
