La asombrosa Jennifer Aniston, ya es conocida habitualmente como una de las estrellas más hermosas de las pantallas de Hollywood, ya que su humildad profunda y carisma a simple vista, ha marcado un fuerte agrado hacia la actriz, por parte sus fanáticos y espectadores generales del mundo de la actuación. Tan solo hace unos pocos días, la revista People ha decidido nombrarla como “La mujer más bella del año”, por lo que ha conseguido ser la portada de la revista, además del punto esencial de la promoción de la misma.
Esta revista es popularmente conocida, debido a sus listas y nombramientos de celebridades, en diferentes características, aunque principalmente, es la categoría de “los más sexis del año” una de las más llamativas de la editorial, por lo que encontrarse de primer lugar en este tipo de listas, es un gran logro para los artistas amante de la farándula.
Sintiéndose halagada a gran magnitud, la actriz ilusionada, asegura que sintió una especie de “excitación adolescente” al enterarse de la inesperada noticia.
Por más que Aniston tiene actualmente de 47 años de edad, su físico es uno de los más envidiados de la televisión, aunque ella asegura que no siempre ha sido así. Ha afirmado que en sus inicios, su cuerpo solo era el reflejo exacto de un desastre alimentación, por lo que con la larga, ha aprendido a cuidar de su apariencia, mejorándola significativamente.
“Al principio simplemente no pensaba para nada en ello” explica Jennifer, con lo que le resta importancia a su físico, pero asegura que se siente mejor cuando está sana y fuerte.
Fue en su comienzo de carrera, cuando su agente le llamó la atención por su mala alimentación, que se dio cuenta del error que estaba cometiendo, ya que la mayor parte de su éxito, dependía de la magnitud con la que cuidara su aspecto.
“Tenía razón, mi dieta era terrible, solo tomaba batidos y patatas fritas con salsa” explica la actriz.
Ahora la estrella de Hollywood no se olvida de hacer ejercicios al menos 6 días a la semana, durante una hora como mínimo, aunque esto no significa que se abstenga a comer su comida favorita, ya que ha demostrado que se permite a sí misma, comer desde las patatas fritas con guacamole, hasta la pasta a la carbonara que cocina su marido, Justin Theroux, con quien contrajo matrimonio el año pasado.
En cuanto a su aspecto de peinado, ropa y maquillaje, su situación ha sido muy concisa y presentable, ya que jamás ha presentado ni peinados alocados ni cambios de look indecentes. Pero cuenta que si decidiera alguna vez hacerse algún tipo de cambio de imagen radical y deshacerlo enseguida, desearía cortarse el cabello como un chico, y así luego dejar crecer.
“Tengo muchísima curiosidad por saber cómo me quedaría”, asegura. “Pero jamás lo haría. Nunca. Soy una chica de pelo largo, es como llevar una manta de seguridad”.
