Luego de la fiesta concedió una entrevista
Luego de la presentación de los premios Oscar donde la actriz Selma Blair se presentó, asistió a la posterior fiesta donde dio unas declaraciones. En esa oportunidad quiso hablar sobre la enfermedad que padece: la esclerosis múltiple.
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Blair no le hizo falta adjudicarse con la estatuilla dorada para impactar con su presencia en esa noche de los premios Oscar. Tampoco le hizo falta estarse sentada por largas horas para pasarla bien. Selma Blair llegó a la fiesta luego del Oscar demostrando que ninguna enfermedad le iba a arruinar su noche. La actriz ha tenido fuerza y heroísmo para enfrentar una enfermedad como es la esclerosis múltiple.
La presencia de la actriz Selma Blair en los Oscar
En su primera aparición pública, Selma se le vio con bastón y luciendo un vestido colorido de Ralph & Russo. Su mensaje fue con respecto a su discapacidad, recordemos que en octubre pasado la actriz reveló que se le había diagnosticado esclerosis múltiple. Al respecto dijo:
“Soy discapacitada. A veces me caigo. Se me caen las cosas. Mi memoria está borrosa. Y mi lado izquierdo me pide direcciones de un GPS que está roto…Pero lo estamos consiguiendo. Y me río y no sé qué haré exactamente, pero intentaré hacerlo lo mejor posible. Desde mi diagnóstico a las 10:30 de la noche del 16 de agosto, he contado con el amor y el apoyo de mis amigos”.
Durante la entrevista Salme quiso hablar en detalles sobre su enfermedad; y confesar lo más irónico, el alivio que sintió cuando le dijeron qué tenía:
“Cuando me lo dijeron me puse a llorar. Pero no eran lágrimas de pánico, sino de saber por fin qué tenía que hacer para tratar un cuerpo del que había perdido el control totalmente”.
Por otro lado agregó:
“Por supuesto, ha habido momentos en los que pensaba que no iba a poder con esto…que no sabía cómo continuar viviendo con la enfermedad”.
Finalmente dijo:
“Recuerdo un día en el que después de dejar a mi hijo en el colegio, que está a menos de dos kilómetros de casa, tuve que sentarme en un banco…echarme una siesta porque estaba cansadísima y no podía andar. No entendía a qué se debía, por eso digo que cuando me diagnosticaron me puse a llorar, pero de alivio”.
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