Se hace justicia ante el acto de hackeo al que se vio expuesta Jennifer Lawrecen

Finalmente se ha hecho justicia para las víctimas del hacker de las celebridades como Ariana Grande, Kirsten Dunst, la cantante Rihanna, la modelo Kate Upton, y principalmente la famosa actriz Jennifer Lawrence, quién se ha visto más afectada que cualquiera de las otras 99 personas a las que ha admitido hackear, el estadounidense Ryan Collins, quién se ha declarado culpable y ha reconocido que hackeó de forma masiva las cuentas de 100 personas. La fiscalía de Pensilvania le acusa de este delito y podría ser condenado hasta a cinco años de prisión y a una multa de 220.000 euros.

Phishing” es titulado el método usado por el polémico Collins, de 36 años, entre noviembre del 2012 y septiembre de 2014, proceso con el cual se permitió el acceso a toda la información que pudo manejar sobre las artistas, y por el cual obtuvo de las propias víctimas, información con la que pudo acceder a 50 cuentas del sistema de nube de Apple iCloud y 52 de Gmail, el servidor de correo de Google.

Contenido importante era lo que se encontraba en abundancia en las redes personales de las jóvenes estrellas, en su documentación personal, tenían fotos sugerentes en sus cuentas y éstas fueron robadas y distribuidas por Internet. De lo que no está acusado Collins es de publicar en la red las fotos y vídeos personales que consiguió y que empezaron a circular por Internet hace año y medio en el escándalo conocido como ‘Celebgate‘. De momento no se ha identificado al responsable de la distribución de las imágenes.

Entre los artistas más afectados, se encuentra la heroica “Katniss Everdeen” Jennifer Lawrence, quién habría de tener en su galería secreta personal, fotografías desnudas en actitud provocativa.  Fue una de las grandes afectadas por este pirata informático, quién fue promotor de difusión de dichas fotos, luego de lograr acceder a la cuenta iCloud de su teléfono móvil. Las fotografías se filtraron en Internet y redes sociales vulnerando así el derecho a la intimidad y a la privacidad de la actriz, por lo que rápidamente sus abogados activaron una investigación para descubrir quien las había filtrado.

Se trata de un caso similar al que le ocurrió a Scarlett Johansson, cuando un pirata informático publicó fotos de ella desnuda. Al ser descubierto y puesto en manos de la justicia, el hacker fue condenado a diez años de prisión.

Puede ser más seguro para las actrices no ser partícipes de este tipo de fotografías, y así evitar ciertas situaciones, pero al parecer resulta para ellas frenarse a la mostración, una tarea increíblemente difícil, desconociendo el propósito.

Lo importante, es que se ha hecho justicia ante la violación de derechos humanos que ha infringido el hacker informático Ryan Collins.