La alfombra roja del MET gala es una de las más esperadas año tras año; además de ser la favorita de muchos por la excentricidad y la originalidad que con ella llegan. Cada año hay una temática diferente que pone a los diseñadores de todo el mundo a trabajar en torno al traje perfecto.
Este año el tema fue moda y religión y por supuesto ha habido de todo un poco; desde ángeles, hasta trajes completamente negros y latex. Algunos de ellos no iban en torno con la temática de la noche. Sin embargo, hubo unos que se lucieron y vale la pena volverlos a ver.
Los cinco mejores del MET
Rihanna
Fue una de las primeras en llegar y sin lugar a dudas ha dejado boquiabiertos a más de uno. Su look de Maison Margiela estaba inspirado en la figura que representa el papa; pero adaptado al estilo de Riri que lució un vestido corto acompañado de un vestido elaborado con la misma tela. El detalle sin duda alguna fueron las cientos de piedras.
Sarah Jessica Parker
Es considerada una de las reinas del MET gala. Este año de la mano de Dolce&Gabbana ha llegado a lo más alto; su traje era el de una perfecta reina. Elaborado en color dorado con una inmensa cola; pero sin lugar a dudas lo que resaltaba el traje de la actriz era el inmenso tocado o corona que llevaba.
Katy Perry
Deslumbrante desde cualquier punto de vista. La cantante lución un traje de la casa Versace en color dorado. Sin embargo, las miradas se centraron en las inmensas alas de ángel que llevaba; mismas que estaban perfectamente elaboradas.
(También te puede interesar: Katy Perry y Orlando Bloom se reconcilian en Roma)
Zendaya
La joven artista llegó luciendo un maravilloso traje inspirado en Juana de Arco y diseñado por Versace. Infundida en una armadura que parecía real y con el cabello en tono rojizo y rizado la cantante se ha llevado grandes elogios.
https://www.instagram.com/p/Bigw6XcBKc0/?taken-by=zendaya
Blake Lively
Sin duda alguna fue la cereza del pastel. Llegó luciendo completamente impecable y todos los medios la han catalogado como la mejor vestida de la noche. Diseñado por Versace, el vestido requirió más de 600 horas de trabajo. Elaborado en granate y mucho dorado la hizo lucir espectacular y muy angelical gracias al tocado que llevaba.
