Precursora del Snapchat y el Instagram en España
Su verdadero nombre es Alexandra Pereira, su carrera se inició hace unos 10 años con su primer blog. En aquel tiempo aún España no descubría que es ser un blogger. La influencer Lovely Pepa (como se hace llamar en sus redes) fue la precursora con el Snapchat y el Instagram. Hoy abre su primera tienda en la ciudad de Los Ángeles.
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Alexandra se encuentra absorta con la magnitud de Los Ángeles, hoy abre su oficina en el Fashion District. Desde allí se puede apreciar una vista panorámica en una de las ciudades consideradas cool. De hecho, se le ha cumplido “su sueño”, mudarse a Estados Unidos para promocionar su nueva marca de moda. Su nueva tienda se llamará Lovely Pepa Collection.
La influencer Lovely Pepa desde los 20 años
Fue a los 20 años (hoy tiene 30) cuando se inició como bloggera, compartiendo sus fotografías caseras. También mostraba su nuevos look diariamente, lo cual le abrió el camino para ser influencer. Fue la primera en el negocio de los like. En este sentido, Alexandra confesó ahora como empresaria y directora creativa:
“Después de diez años en esto necesitaba algo más”.
La influencer Lovely Pepa ha trabajado con reconocidas firmas de moda y belleza, ocupando los front row en los desfiles de moda. Es un largo recorrido que se ha trazado y que resalta:
“Partiendo de una ciudad pequeña del norte de España, como es Vigo, a la que echo muchísimo de menos; sin tener padrinos, ni ningún contacto en el mundo de la moda“.
Además, comenta acerca de su buen estilo saludable:
“Los Ángeles me atrapa por su carácter multicultural, estar rodeada de naturaleza y poder llevar una vida sana; aquí la oferta de comida healthy es enorme.”
De hecho, ya erradica en Los Ángeles tuvo la oportunidad de visitar el restaurante Café Gratitude de lo cual expresó:
“Me encantan sus platos vegános y la decoración es genial.”
En Youtube ya se define como una mujer de negocios, término que le gusta más que el de influencer. Al respecto aclara:
“No me gustan las etiquetas, sobre todo cuando se las pone uno mismo. Denominarme como alguien que influye en los demás me parece un tanto prepotente. En todo caso les corresponde a mis seguidores considerarme así o no”.
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