La importancia de Beyoncé en el mundo PARTE I

Poco después cuando la tierra se estaba redimiendo de la conmoción por la pronta muerte de Prince, Beyoncé ha anunciado Lemonade, su sexto álbum de estudio y el segundo “álbum visual”. A discrepancia de su trabajo anterior, que añadía un vídeo musical en cada tema, en esta oportunidad HBO ha expuesto un único film de una hora de duración concordando con el lanzamiento.

Lemonade es en realidad un disco mucho más sombrío que la preliminar acogida visual de la intérprete en 2013. En el transcurso de la buena parte de su grabación, Beyoncé se aprecia frenética con su esposo, Jay-Z, si bien es viable el que todo sea un malicioso gancho comercial. La organización del álbum es considerado más variado en cuanto a variedades, y comprende desde el R&B hasta el rock, atravesando el country, el pop y el blues.

Cuando se publicó, una tormenta continúa de comentarios ha diseccionado cada semblante tanto del film como en la parte musical, a través de su estructura cinematográfica hasta un sobresaliente para el feminismo negro. El álbum ha admitido aplausos de los jueces más acreditados en el mundo e inclusive ha dado pie a la conmemoración de audiencias expresadas sobre todo por el canal Radio 1 de la BBC británica. Se puede especular que esta reacción es corriente asumiendo y teniendo en cuenta el enfoque definido de Beyoncé en el ámbito de la música, pero está no es solo la única razón por la que Lemonade ha impactado en la cultura de masas. Hay diversos elementos que logran exponer el magno interés por el trabajo.

Identidad

Lo principal del tema es que tiene que ver con la raza, el feminismo y la identidad. Se sabe que, en 2013, Beyoncé se observó en escena con un telón de fondo en el cual sobresalía la palabra “feminista”,  se asoció con la popularización de esa inclinación, si bien protegida por el resplandeciente paquete de la fama. Era un empoderamiento light, un feminismo no perverso, pero si relevante, y sin duda alentó a una muchedumbre de jóvenes a seguir está causa y exigir su sitio en el mundo.

Lemonade va mucho más allá. Es claramente algo político y, en infinidad de sentidos, se ha creado para simbolizar y conversar de forma directa con la mujer negra, como permaneció de manifiesto con la presentación del sencillo Formation, en el cual Beyoncé reclama su paralelismo racial cuando canta:

“Me gusta mi pequeña con su pelo afro”

“Me gusta mi nariz de negra con sus orificios a lo Jackson Five”

La labor se continúa profundizando en esta reclamación de la negritud de la cantante.

En Lemonade llama a la inquisición la dilucidación de la “mujer encolerizada”. La sociedad y la cultura ilustran a las mujeres el que se aguarda de ellas que no digan su rabia. Deben de comprimirla y carcomerse la lengua, y ocultarla con una actitud de ofensa hacia sí mismas. La escritura que logra la artista de la furia de la traición es inusualmentes y requeridas.  “Celosa o loca”, corea una y otra vez en el tema “Hold Up”, usando las palabras antes de decidir:

“Antes que sentirme como si me estuviesen pisoteando, pisoteando”

“Prefiero estar loca”