La creación de las nuevas tendencias literaria está a manos de Reese Witherspoon

¿Quién ha estado detrás del éxito de Pérdida, la película dirigida por David Fincher? La mayoría dirá que Gillian Flynn, la autora del best seller homónimo en la que se fundamentó el filme, o las interpretaciones de Ben Affleck y Rosamund Pike. El nombre de la artista del cual en este thriller psicológico llegó a la pantalla a manos de un director de la talla de Fincher pocos lo adivinarían: Fue la actriz Reese Witherspoon. En 2011, precedentemente de que la novela fuera publicada, ella obtuvo los derechos cinematográficos y solo luego de cinco meses ya estaba en la lista de libros más vendidos de EE UU. El estreno de la película en 2014 fue el más taquillero del director.

Desde ese momento, Reese Witherspoon se ha transformado en una de las artistas de tendencias literarias más acreditados de Hollywood, una de las facetas más ignoradas de la intérprete de 40 años. Todo comenzó ese mismo 2011, cuando andaba en busca y captura de algún papel, y se enfadaba al tocar guiones en los que los personajes femeninos necesitaban entidad. Fue su marido quien le propuso que, dada su afición a la lectura, obtuviera los derechos de alguno de los libros donde sí hallase roles más complejos y los transformase en películas. La actriz se sindicó con la productora Bruna Papandrea y coloco en marcha una productora emancipada llamada Pacific Standard, diligente a encontrar los títulos literarios que pueden servir en pantalla grande. Conjuntamente de los derechos de Perdida, consiguieron asimismo los de la biografía Alma salvaje y consiguieron que el escritor Nick Hornby adaptase el guion. La propia Witherspoon interpretó el filme en 2014, lo que le valió una nominación al Oscar como mejor intérprete.

En un instante en el que las adaptaciones literarias seguían siendo un segmento significativo en la industria del cine, esta faceta profesional de Reese Witherspoon es un valor en alza. Ya que, asimismo, la actriz ha tenido que transformar su voracidad lectora en un yacimiento clave para su productora. En su perfil de Instagram (en el cual posee 5,8 millones de seguidores) cuelga fotografías de los libros que está leyendo (junto al hashtag #RWBookClub), y que días después se lanzan en los rankings de más vendidos de AmazonThe New York Times. El caso más nuevo sucedió con la obra Luckiest Girl Alive, un thriller experimentadamente ignorado hasta que Witherspoon comenzó un debate sobre él en sus redes sociales. Pocos días pasaron y ya se hallaba en la cima de las listas del diario neoyorquino y la plataforma de venta electrónica.