Al parecer ha sido un final de año bastante comprometido para Kim Kardashian. Primero tenemos que en octubre su presencia en París Fashion Week se vio perjudicada al ser víctima y protagonista de un lucrativo hurto con violencia el cual todavía no se ha terminado de arreglar.
En noviembre, y sabiendo que ella ha estado en plena recuperación, Kenye West fue hospitalizado con urgencia debido al comportamiento errático y varios problemas mentales que supuestamente cargaba. La artista no ha aguantado más con todo ello y por ende canceló su aparición en el reality familiar por el resto del año 2016.
Conjuntamente, según lo que dice TMZ, la salida de la artista es de hecho, un parón dentro de lo que es la producción de Keeping Up With The Kardashians, aunque se desconoce si es definitivo o no.
Y es de esta manera que Kim Kardashian terminó por transformarse por sus propios méritos en un personaje muy popular dentro del reality familiar. Es por ello que, si ella no desea participar en él por razones más que comprensibles, el programa televisivo perdería todo su esplendor.
De esta forma, todos los productores cargarían con un buen material, con uno suficiente por lo menos para terminar con la temporada (aunque no tendría nada en relación a la Navidad), sin embargo, la permanencia del programa para el año próximo estaría balanceándose de un hilo. Por lo que Kim debería de replantearse todo y la hospitalización de su marido la cual fue la última gota que derramó el vaso en su vida.
Aun así, nadie debería preocuparse; cada miembro perteneciente a la familia Kardashian-Jenner no se ve perjudicado si el reality deja de ser. Cada uno de ellos (Korutney, Khloé, Kendall y Kylie) tienen una marca por sí mismos, o conjuntamente, cargan con sus propios negocios y aplicaciones de pagos y algunos de estos, como el único hermano, Rob, carga con su propio reality show.
