Con el paso del tiempo los estándares de belleza han cambiado de manera drástica; por supuesto que en favor de la aceptación femenina. Hace algunos años, en las pasarelas la moda era que mientras más delgadas más hermosas eran las mujeres y nada más alejado de la realidad. Giedre Valaciciute, una fotógrafo de Lituania demuestra que la verdadera belleza está es en la diversidad.
No hay dos mujeres iguales, cada una tiene defectos y virtudes completamente diferentes; al igual que sus cuerpos. Algunas pueden ser más altas y otras un poco más delgadas, lo más importante es que en base a esta combinación se encuentran seres completamente apasionados; pero que sobre todo deben sentirse orgullosas de quienes son.
Giedre Valaciciute da vida a la diversidad en sus fotografías
Más allá de hacer campañas de body positive que intentan que las mujeres se sientan cómodas con su cuerpo; Giedre Valaciciute quiere demostrar que muy a pesar y por encima de esas diferencias físicas, las chicas no tienen porqué sentirse incómodas por su apariencia pues cada una tiene una belleza particular.
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Esta fotógrafo ha realizado una campaña donde ha retratado a un total de diez mujeres; cada una de ellas con características notables; algunas más altas y otras mucho más bajas, unas con tatuajes y de edades un poco más avanzadas. Todas fueron fotografiadas en trajes de baño para demostrar que pueden lucir bellas pese a sus diferencias.
A través de cada fotografía, Giedre Valaciciute cuenta la historia de la protagonista de la imagen y de como poco a poco se fue aceptando tal cual es; ya que como ha dicho la fotógrafa, no se trata de agradarle a todo el mundo, simplemente se debe empezar por quererse y sobre todo aceptarse a sí misma con esas perfectas imperfecciones.
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