A sus 41 años de edad y con sus 2 pequeños hijos y sin dejar de lado la extensa agenda llena de compromisos, Charlize Theron en la actualidad está en un momento hermoso de su vida y, posiblemente como lo ha podido manifestar en una entrevista hecha hace poco, esas marcas que van dejando el tiempo en su cara es lo último que le puede inquietar. “Ahora mismo tengo 41, trabajo mucho más que hace 20 años y la verdad es que lo disfruto mucho más. Y cada una de las mujeres que conozco piensa lo mismo por eso es que es el momento de parar con este cliché”, dice.
Si, está haciendo referencia a la dictadura eterna que existe con la juventud la cual manda en Hollywood y con la cual se revela completamente en contra de ello. “¿Por qué debería tener miedo de algo completamente natural? Envejecer es parte de toda vida y no se puede impedir”, señala con firmeza.
Laborando dentro de la industria como en la del cine, en donde tal parece que tiene “prohibido” el envejecer, Charlize ha lanzado un mensaje de body positivity en favor de toda naturaleza y dejando de lado que todas las cosas sigan su recorrido normal. “Una parte de mí permanece verdaderamente agradecida porque todo lo que ha pasado desde que comencé a envejecer; ahora mismo soy más sabia que hace 20 años. Una simple arruga no es nada en comparación a ello”, dice.
Por lo que, de esta forma, la artista sudafricana no pretende únicamente en ocultar las arrugas, sino que siente que son una razón de orgullo, un emblema de sabiduría y no simplemente algo de lo que deba sentir vergüenza o pena. Asimismo, Theron ha conseguido unos kilitos para la realización de un filme el cual está rodando, y tal parece que no le afecta mucho su nueva forma física. Más bien, conversa sobre su nuevo peso con un gran sentido del humor.
Con varias declaraciones como las que hizo Charlize, ha lanzado un mensaje bastante optimista a cada mujer en el mundo entero que logran ver cómo esa presión por tener el peso ideal y una cara bonita y por siempre joven a una imagen y semejanza de Hollywood se trata de algo que no está al alcance de cualquier persona. Y por, sobre todo, no es obligatorio el someterse a esa dictadura de la juventud eterna y conjuntamente, la delgadez.
