Agatha Ruiz de la Prada, de nacionalidad española. Una veterana del diseño de modas, para ella el diseño siempre ha sido trabajo, no un juego. Estudio en Barcelona, y su primer trabajo fue como asistente con el diseñador Pepe Rubio.
Posteriormente, incurso en la carrera trabajando desde un sótano, y ya su nombre comenzaba a retumbar en Madrid. Esta española ha conseguido crear su propio universo, y que ha sido comparado con grandes de la industria de la moda, como Armani.
Sus diseños son característicos, donde mezcla a la perfección arte-industria. Con piezas esculturales, e hiperestructuradas. Se han exhibido con persistencia en exposiciones y galerías en todo el mundo. Ha ampliado su abanico de posibilidades, adentrándose en el mundo de la decoración, papelería e incluso accesorios para mascotas.
Agatha Ruiz de la Prada enemiga del negro
Es una mujer alegre, muy colorida, enemiga número uno del color negro. Son diseños van cargados de mucha energía, juego y colores llamativos. Así como estrellas, lunares, rayas y corazones. Su concepción del diseño radica en que la ropa puede hacerte sentir feliz o desdichado.
“Para presumir no ha que maltratarse, con unos tacones de vértigo y un cinturón que oprima, resulta desagradable” recalca la artista.
Sus particulares diseños, no siempre han recibido la admiración que se espera. Y a pesar de no ser amante de las musas, ella representa su particular proyecto como toda una musa.
Artistas como Miley Cyrus es una de las celebridades que ha decidido agatizarse. Por supuesto ella es digna de poseer ese espíritu que predomina en la marca de Agatha Ruiz de la Prada. Sin prejuicios, y ajeno al pudor.
Conjuntamente, ha favorecido a diversas empresas y corporaciones oficiales. Con el diseño de uniformes, vestuario y decoraciones para espectáculos de teatro, ópera y danza. Luces de Navidad o parques infantiles.
