Siempre hizo lo que quiso
Marta Marzotto fue una mujer que llevó su vida como quiso, una infancia marcada por la pobreza y pero siempre hizo lo que deseo. Además durante su vida se codeo con personalidades destacas del siglo XX.
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Fue un ícono, una mujer de gran belleza: melena rubia, bella sonrisa y un estilo particular. Además el excentricismo fue una de sus características, lejos de todo convencionalismo, hizo lo que su corazón le decía. Pasó por muchos episodios en su vida y ella misma lo admitió:
“Siempre he sonreído a la vida, pero ella a mí no tanto“.
Creció en la pobreza y llegó al estrellato
De niña fue muy pobre, le tocó desde temprana edad enfrentar las dificultades económicas de la familia. Cuando nació el 24 de febrero de 1931, no fue una alegría su llegada, representó la primera fase convulsiva de la familia. Sus padres eran muy jóvenes por lo cual representó un escándalo; no estaban casados, esto conllevó a que su padre las abandonara.
Luego del abandono de su progenitor e incapaz de mantener a la niña, la madre decidió dejarla con unas monjas. Por tres años se mantuvo en el convento y fue algo que la marcó toda su vida. Luego de que una monja convenciera a la madre de casarse, buscaron al padre y se casaron.
Su vida trascurrió en Italia mientras sus padres trabajaban, en 1947, gracias a su madre se traslada a Milán. Allí trabajó y gracias a su belleza pasó a las pasarelas. Se inició muy joven como modelo.
Se convierte en la Condesa Marzotto
Marta conoce al el Conde Umberto Marzotto, gran aristócrata y empresario, al verse de una vez tuvieron un flechazo. De esta manera ella lo describió:
“Umberto llegó como un ángel de la guarda. Tenía todo con lo que una chica podía soñar: era rubio, con ojos azules, inteligente, culto, deportista, noble…Estaba sinceramente enamorada”.
Se casaron el 18 de diciembre de 1954 y con su matrimonio terminó su dura vida y se emprendió al estrellato.
Una nueva vida de Marta Marzotto
Se muda a Roma temporalmente para encontrarse con ella misma, sin embargo encontró un nuevo amor. Se llamaba Renato Guttuso una reconocida figura del arte en Italia. Posó para él en muchas de sus pinturas. Gracias a su relación con el artista conoció muchos políticos como Bettino Craxi o Giorgio Napolitano.
Entre tanto su esposo Umberto Marzotto soportó muchas infidelidades de su esposa, hasta que se divorciaron. Al respecto dijo ella:
“Fui vilipendiada, hecha pedazos“.
Una gran pérdida
El 2 de julio de 1989 recibió un golpe en su vida, la muerte de su hija de 32 años por fibrosis quística. A partir de ese momento puso en marcha la Fundación para la Investigación de la Fibrosis Quística.
Hoy sus nietos representan una de sus prioridades, sobre todo la de su primogénita Beatrice Borromeo.
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