Maicena para contrarrestar la piel grasa

Maicena una maravilla para la belleza
Maicena una maravilla para la belleza

¿Conoces la maicena? Nada resulta mejor que los tratamientos caseros para los tips de cuidados faciales. En esta oportunidad aportamos la Maicena. Con unos consejos absolutamente naturales. Como lo es esta crema basada en maicena excelente para proteger la piel grasosa y suministrarle un semblante resplandeciente sin importar la edad.

Nada más gratificante que lucir un rostro lleno de belleza. Anímate a incrementar la hermosura de la piel usando ingredientes tan accesibles y naturales como la maicena.

Maicena y los beneficios de este truco de belleza natural

Es casero y muy accesible económicamente. Se puede adquirir en cualquier tienda por un reducido costo.

Su elaboración es sencilla y práctica. Podrás tenerlo listo en solo unos pocos minutos.

Absorbe el exceso de sebo de los cutis grasos y combate el acné y las espinillas de una manera sencilla, rápida y natural.

Una mascarilla hidratante esencialmente indicada para cuidar las pieles grasas.

Instrucciones

Dispersa la maicena en el interior de un bol.

Al mismo tiempo, calienta medio vaso de agua.

Cuando esté templada el agua, introdúcela en el bol en el que has colocado la maicena anticipadamente.

Revuelve bien los ingredientes para que ambos formen una especie de pasta.

Si sientes que queda algo dura, se puede añadir un poco más de agua.

Al tener lista esta mascarilla casera ideal para combatir los problemas propios de la piel grasa, extiéndela sobre el rostro evitando colocarla sobre el contorno de los ojos y de los labios, dos zonas muy sensibles y delicadas.

Realiza este tratamiento después de haber desmaquillado y lavado tu cutis. Para ello, puedes utilizar tu crema limpiadora y tu tónico habitual.

Una vez que el rostro esté perfectamente limpio, aplicar la mascarilla de maicena para la piel grasa por la frente, las mejillas, la barbilla y el cuello.

Deja que actúe durante unos quince o veinte minutos.

Pasado ese tiempo, acláralo con abundante agua templada, seca la piel y aplica una crema hidratante.

Repite esa misma operación dos o tres veces por semana para que tu piel se libere de brillos, de granitos y puedas acabar con el exceso de sebo propio de las pieles grasas.