Limpieza de los implementos de maquillaje

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Limpiar nuestro rostro es algo que debemos tener todas las noches en nuestra rutina antes de dormir. Pero de nada sirve que lo hagamos si luego nos aplicamos maquillaje con implementos sucios. Ellos van almacenando todas las células muertas que va soltando nuestro rostro por lo que contienen muchas bacterias. Una buena forma de limpiarlos es la siguiente:

Brochas y pinceles

Lo ideal es hacerlo una vez por semana. Para esto podemos usar un jabón con poca esencia, champú orgánico o de bebés. Debemos sumergir las brochas en agua tibia, luego con la palma de la mano y un poco del jabón que decidimos usar, tenemos que frotar suavemente las cerdas. Finalmente lavamos las cerdas con agua tibia y secamos muy bien. Igualmente recuerda que explicamos esto más a fondo acá.

Esponjas

Lo ideal es lavarla diariamente o cada dos días máximo. Dejar remojar en agua caliente para eliminar las bacterias. Luego lavar con un jabón libre de sulfato, entre menos espuma produzca mejor. Frotar con el jabón hasta crear espuma. Luego enjuagar y secar presionando con una toalla.

Rizadores de pestañas

Los ojos es una zona muy delicada de nuestra cara por lo que es propensa a que sea más afectada por las partículas en nuestros implementos. Por eso lo ideal es luego de cada uso limpiar los rizadores, además de esta forma no se acumulan los restos de mascara de varios días. Para esto pasa un algodón con algún tipo de aceite para aflojar los restos y luego con agua tibia en un algodón limpio para eliminar la grasa.

Pinzas

Para limpiarlas sumerge un algodón en alcohol y pásalo por los extremos para eliminar cualquier tipo de bacteria o partículas que nos puedan afectar la piel. Esto debemos hacerlo antes y luego de cada uso.

Otros implementos

Estos son los más comunes. El resto de los implementos podemos lavarlos o con desmaquillante, alcohol o agua caliente. No sólo es necesario entonces que limpiemos nuestros accesorios, también es muy importante que periódicamente nos encarguemos de lavar el sitio donde los almacenamos.