La zapatilla fea es el nuevo lujo hoy en día, demuestra la capacidad que tiene de adaptarse a la cultura. De hecho, su crecimiento va en aumento se estima que hasta el 2021 va atener un crecimiento anual del 2%.
Actualmente existe un 83% de compradores de moda con intención de adquirir unas deportivas de hasta 300 dólares. Además, de ese porcentaje, el 78% considera ese precio como una inversión. La moda de las zapatillas se inició en el año 2013 con las Ozweego de Raf Simons. De hecho, algunos portales anunciaron que se agotaron en cuestión de minutos.
En una mirada por encima de directivos célebres, muchos de ellos han elegido marca de zapatillas a su gusto. Por ejemplo, Satya Nadella directivo de Microsoft, es fanática de las Low-Top de Lanvin, Sundar Pichai de Google también las prefiere. Entre tanto, Jack Dorsey, elige las Island Dunk de Rick Owens y Susan Wojcicki, de YouTube, las New Balance W890v4.
La zapatilla fea hasta en las mejores plataformas
El alcance de los sneakerhead ha llegado hasta las mejores plataformas como: Hypebeast, Drop Date y Modern Notoriety. Por otro lado ha surgido otro mercado paralelo, los de segunda mano con millones de dólares en juego. De hecho, desde el año pasado lidera marcas deportivas como la Triple S de Balenciaga copa, su precio es de 1000 euros.
Seguida de la marca anterior, muy de cerca se encuentra Louis Vuitton x Supreme Sport, de unos 900 euros. Además, el modelo Speed Trainer de la misma marca, con un valor de 800 euros. La comunidad sneakerhead ha incluido clientes como: dj Khaled, dj Clark Kent, A$AP Rocky, Drake, West o Rihanna.
Los diseñadores de estos modelos de zapatillas demuestran una inclinación particular con lo urbano. Así lo considera Brad Lacey de New Balance:
“Esta tendencia tendrá que madurar en los próximos años. De hecho, lo que ahora mismo todo el mundo trata de averiguar es cuán mainstream y popular podrá llegar a ser”.
