La intérprete francesa Madeleine LeBeau, la última sobreviviente del elenco de la mítica película Casablanca, ha muerto a la edad de 92 años en España, según han dado a entender sus familiares. La intérprete, nacida el 10 de junio de 1923 muy cerca de París, es quien abuchea entre lágrimas “¡Vive la France!” cuando la orquesta y los clientes del Rick’s Café compensan con el canto de la Marsellesa a militares nazis que modulan una canción entusiástica.
La muerte ha sido notificada por su hijastro y director de cine Carlo Alberto Pinelli, quien ha dicho que se produjo el pasado 1 de mayo. La intérprete había designado para su retiro la localidad malagueña de Estepeña, donde moraba en un ático, en cuya terraza con vistas al puerto vivía los días, según sus familiares. Ahí se ha originado su muerte.
LeBeau interpreta en Casablanca (trabajo famoso encaminado en 1942 por Michael Curtiz) a Yvonne, una amante despechada de Humphrey Bogart. La actriz obtuvo el reparto a raíz de que iba a ser contratado su primer marido Marcel Dalio, un actor muy famoso en la Francia de antes de la Segunda Guerra Mundial. Vivió casada con este, de origen judío, desde muy joven, razón por la que en 1940 tuvo que huir de la Francia ocupada por los nazis. Por eso terminó alcanzando Hollywood.
La intérprete trabajó en diferentes películas más en Estados Unidos antes de volver a Europa, donde realizó filmes con Federico Fellini, como Ocho y medio (donde interpreta a una mujer de enérgico carácter), en cuyo guion participó su segundo marido, Tulio Pinelli, uno de los guionistas usuales de Fellini. Inclusive trabajó en España, donde colaboró en la pantalla con Carmen Sevilla en La pícara Molinera. Antes de irse a vivir a Málaga donde vivió durante largo tiempo en Roma.
Sin lugar a dudas es una perdida lamentable para el mundo de la actuación en donde una llama significante y magna como la de esta actriz se ha extinguido para vivir en la eternidad.