Katy Perry es la encargada de engalanar la portada de la revista Vogue en su edición Australia del mes de agosto; allí además de posar en unas hermosas fotografías la cantante relató a través de una larga entrevista la dura etapa depresiva que vivió por las ventas de su último disco.
Sí bien dijo que siempre ha luchado contra la depresión; en algunos casos se presenta como episodios circunstanciales y están estrechamente relacionados con momentos difíciles. El último vino cuando su última producción Witness fue un fracaso en ventas; además de que recibió duras críticas.
La última y dura confesión de la cantante
Katy dijo que simplemente ese hecho rompió su corazón, ya que siempre ha valorado mucho la reacción del público y esta fue completamente mala. Dijo que sin saberlo se aferró mucho a los comentarios negativos que cada vez hacían más daño.
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Ella misma confiesa que la situación se tornó tan desesperante que incluso llegó a pensar en el suicidio; incluso escribió una canción sobre este tema tan delicado. Ahora dice sentirse muy avergonzada por siquiera haber contemplado esa posibilidad como una solución.
Fue entonces cuando a finales de 2017 decidió participar en un retiro dirigido al crecimiento personal y mejoramiento del autoestima. Este programa ayuda a que los participantes puedan identificar sus comportamientos negativos y maneras de pensar que mantienen desde la infancia.
Luego de vivir esa experiencia dice que prácticamente la sintió como un reinicio en todo su proceso de crecimiento personal. Destaca que las personas son como computadoras, adoptan virus de agentes externos como los padres o el ambiente donde crecen; para ella este tipo de actitudes negativas se ven reflejadas en el comportamiento diario, así como en la manera en que se desarrollan las relaciones.
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