La mayoría de los famosos anhelan con mucha fuerza el poder dar un discurso para agradecer a todos los presentes luego de haber ganado un Oscar. Inclusive algunos viven ensayándolo. Sin embargo, esa emoción no la tuvo Anne Hathaway al momento de subir a tomar su premio como mejor actriz de reparto por la interpretación que tuvo en Los Miserables.
“Me sentí realmente incómoda. Más o menos perdí la cabeza trabajando en esa película, y no la había recuperado aún. Tuve que ponerme en frente de tantas personas y sentir algo que no sentía, felicidad sin complicación. Se trata de una obviedad, el ganar un Oscar supondría que deberías estar feliz, pero yo no me sentí de esa forma” confesó la actriz en una entrevista a manos de The Guardian.
“Sentí que estaba algo mal el estar allí con un vestido que costaba más de lo que alguna persona vería en toda su vida, y el ganar un Oscar por el dolor que sentía que formaba parte de cada experiencia colectiva como personas”, sigue la artista contando sobre el papel de Fantine, una niña huérfana la cual terminó por ser una prostituta maltratada, por lo que se tuvo que cortar el cabello y perder peso.
Un trabajo que la dejó cansada, como dijo en el transcurso de la presentación del film. Hathway seleccionó para la alfombra roja de los Oscar de 2013 un vestido de tonalidad rosa de Prada, la cual la puso en la lista de las peor vestidas en la velada, y un collar el cual está valorado en 10 millones de dólares. Se trató de un cambio que realizó a último momento, debido a que se había comprometido a llevar un traje de su amigo Valentino en donde al final, no se lo puso sabiendo que era prácticamente igual al de su compañera de profesión Amanda Seyfried.
El estar presente ante tantas personas para conseguir llevarse el premio y lograr ser el centro de atención desde el momento que puso el pie en cada alfombra roja para ella la cual parece no haber sido lo mejor. “Intenté fingir el estar feliz y me dieron bastante crítica por ello. Esa es la verdad y lo que pasó. Es realmente un asco. Pero lo que se aprende es que tú logras sentir que vas a morirte de vergüenza, pero la realidad es que no mueres de verdad”.