Llegar a modelar para Chanel es uno de los sueños de muchas modelos, algunas desde niñas se plantean esa meta y muy pocas llegan a cumplirlas. Quizá este no fue el caso de Adul Akech la cara más reciente que presentó la colección de otoño invierno durante la semana de la moda de París.
Prácticamente la historia de Adul es digna de una película de Hollywood por todas los acontecimientos que ha vivido en apenas 19 años de vida. Ella nació en 1999 en Sudán del Sur; considerada una de las naciones más pobres del mundo. Su madre era quien estaba a cargo de su cuidado y decidió abandonar su país natal para establecerse en Kenia.
Adul vivió en un campo de refugiados en Kenia
Al llegar a Kenia las condiciones no mejoraron del todo, allí debieron vivir en un campo de refugiados, específicamente en Kakuma. Luego cuando Adul cumplió seis años su madre cambió el rumbo y se mudaron a Australia.
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Una vez en su nuevo país, cuenta ahora como sentía mucha curiosidad por ver gente blanca ya que en Kenia era raro verlo pero en Australia casi todos lo eran. Dice que de su paso por el campo de refugiados y de su vida en Sudán no recuerda casi nada; únicamente cuando llegaron a Nairobi para embarcarse a su último destino.
Su vida en Australia transcurrió con bastantes problemas económicos, dice que soñaba con ir a la escuela pero era muy costoso para su madre soltera; así que únicamente iba al colegio de su primo a comer y ver con tristeza como los demás niños jugaban en el patio.
Ahora es una mujer que ha alcanzado su sueño y es una de las modelos que más ha llamado la atención en los últimos dos desfiles de la casa francesa; de hecho es la segunda novia negra que luce una creación de Chanel en la pasarela.
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Se considera a sí misma como una refugiada, por ello aunque tenga nacionalidad australiana; no le molesta que la llamen de esa manera ya que esa es su realidad. Siempre dice que es necesario luchar por los sueños aunque parezcan imposibles de alcanzar.
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