El día de ayer se dio la Superbowl, donde los amantes del fútbol americano estaban eufóricos. También fue el último concierto dado por Taylor Swift luego de culminar con su gira del álbum 1989. Tuvo sede el pasado mes de octubre en Texas, el mismo Estado seleccionado para celebrar su primer concierto del presente año. Señalando que no hay más fechas previstas para los meses siguientes, puede que sea la primera y última presentación pública del año.
Taylor había optado por el Club Nomadic de Houston para presentar su show de 90 minutos donde cantó sus canciones. Entre esas, cantó una versión acústica de I don’t wanna live forever, pieza que de la banda sonora de Cincuenta sombras más oscuras.
Por vez primera, interpretó la canción en solitario debido a que Zayn Malik no consiguió acceder al concierto.
Taylor Swift compartió en Instagram el éxito de su presentación
Taylor, escoltada por su banda y un coro de 4 personas, hizo lo que mejor sabe hacer, complacer a todos. Tampoco faltaron 22, Blank space, Love story y Shake it off. Asimismo, cada asistente disfrutó el tener brazaletes de LED que iban cambiando de color luego de cada canción.
Lució un vestido brillante mono negro con flecos, confeccionado por Versace. El vestido era el ideal, le dejaba total libertad de movimiento que era lo que necesitaba por su personalidad.
No pudo ser de otra forma, varios de sus asistentes obtuvieron sus entradas para el concurso. Tal premio les dejaba disfrutar de un trato VIP y gozar de la ‘experiencia Taylor’. El premio consistía en: camisetas de edición limitada por el evento, photo boots, bolsa de regalo, y un trato preferencial.
Sin duda alguna se trató de un evento de alta categoría donde todos los fanáticos pudieron gozar. Esperamos que Taylor nos sorprenda pronto con algún concierto sorpresa.
