La cantante Kesha ha logrado con su disco Rainbow, la sanación que ella esperaba. Después de tantos años en silencio, este ejemplar despeja lo que guardaba en sí con tanto recelo. Así lo expresó la cantante al decir que su disco fue “la curación de tantas cosas de mi pasado”.
Este sencillo que ha logrado la cantante, interpreta 14 temas donde saca a relucir “sentimientos de severa desesperanza y depresión”. Han sido años de lucha, en la que:
“he superado obstáculos, y he encontrado fuerza en mí, incluso cuando me parecía imposible. He encontrado lo que pensaba que era un lugar inalcanzable de paz”.
La cantante Kesha en la meditación
Estos comentarios los dijo la actriz en el portal feminista Lenny Letter. Incluso este álbum le ha servido a Kesha como meditación, así lo expresa en el tema Praying. Ryan Lewis es el creador de este tema, quien también es productor y músico. Parte de la letra comienza:
“¿Estoy muerta? ¿O es este uno de esos sueños? ¿Esos sueños horribles que parece que duren para siempre? Si estoy viva, ¿por qué?”.
Este álbum no refleja nada de felicidad, solo reproche y oscuridad. Su estilo es algo de pop y de hip hop. Con lo cual la cantante reconoce:
“Hay demasiado odio, hay demasiado dolor para este corazón. Dios sabe que este planeta se siente como un lugar sin esperanza. Gracias a Dios voy a volver a casa al espacio exterior”.
Dos canciones para bastardos. Una con un título alusivo, Bastards, que escribió una vez en una madrugada. La otra, llamada Let ‘em talk, dice:
“Tú tienes tus opiniones pero no necesito oírlas. Solían hacerme daño, tumbarme. Haz lo peor, porque nada va a pararme ahora”.
Rainbow lo ha usado la cantante como un arma, como otras estrellas, tales como: Lindsay Lohan o Taylor Swift.
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