Kate Moss con sólo 19 años tenía muy poco tiempo trabajando como maniquí. Para aquel entonces, año 1993. Se topó con Calvin Klein que estaba por anunciar su perfume Obesssion en una campaña de blanco y negro. Para las fotos contaban con la pareja de Moss, Mario Sorrenti.
Las fotos eran espectaculares, Moss se mostraba sin maquillaje y con una fuerza abrumadora. Luego de ese gran momento Moss dejaba de ser una desconocida. Pero surge la interrogante ¿Por qué Calvin Klein la eligió a ella en medio de otras aspirantes? La respuesta la dio el mismo diseñador veinte años después en la publicación Iris Covet Book:
“No quería a esas chicas… que tenían los pechos grandes. Ellas aumentaban sus cuerpos. Y usaban implantes artificiales y demás. Estaban haciendo cosas locas con su cuerpo. Me parecía ofensivo. Además, lo encontraba muy poco atractivo, nada saludable y pensé que enviaban un mensaje muy negativo”.
Kate Moss, la naturalidad en las fotos
Sin embargo, Moss reconoce que el éxito de sus fotos fue su naturalidad y que éstas no habían sido retocadas. Ella misma lo reconoció en una entrevista concedida a Harper’s Bazaar:
“La gente ya no puede hacer fotos así. No había ningún estilista detrás. No había nadie arreglándome el pelo o maquillándome. Era algo crudo y capturó un momento de nuestras vidas”.
Además Moss agregó en relación a la apuesta que tenían ambos en aquel momento:
“No puedes volver a recrear la campaña ni aquel sentimiento. No teníamos nada que perder y no nos importaba lo que la gente pensase. Fueron siete días solos. Fue muy pasional. Mario y yo éramos jóvenes y estábamos enamorados”.
Luego de aquel momento Moss no volvió a trabajar como aficionada, fue una supermodelo de los años 90 y convertida en una heroin chic, mujeres muy delgadas y sin curvas lo que llevó a muchas modelos a sufrir de bulimia y anorexia.
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